Sunday, November 08, 2009

Cómo saber

Te conocí aquel día...

No lo recuerdo muy bien,

porque me parecía uno cualquiera

y llevaba tiempo sin ver.

Pero no lo era, no lo eras

y no lo sabía: no lo sentía...

No, no, no...todavía!

Ni si quiera que lo sentiría!

No he visto en otros ojos,

lo que veo sólo en los tuyos;

tesoros de cristal genuino,

talismanes de mi existencia.

Si fuera por mí, sabes...

Me quedaría eternamente

perdida en esos luceros

de paz, de ternura

que parecen hablar

su propio idioma, pero...

Hablarán el mismo lenguaje que los míos?

Cada mirada que tratas disimular

acelera mi corazón, ruboriza mi faz,

pero cómo saber si tú al mirar

ves en mí más que una simple amistad?

¿Cómo saber...

Si fue eso una mirada furtiva

o es mi vista traicionera?

¿Si sonríes sin razón

o mi corazón delira?

Cada vez que tu piel

roza contra la mía

me domina la sensación

de que esto crece cada día,

que conocerte fue una bendición

y no fue casualidad de la vida.

Pero, ¿es realmente bendición?

¿O es una maldición revestida?

¿Tierno gatito con alma de león?

¿Fiera salvaje que parece inofensiva?

No puedo contestar esa pregunta

sin que tu respuesta me digas.

***

No fue hasta que te conocí

que me sentí dispuesta

a abrir mi corazón de esta manera.

¿Qué hiciste?

No puedo dejar de pensar en ti

y me muero por abrazarte,

decirte lo que siento

(pero no puedo, no puedo...)

Qué me has hecho?

Me has hechizado...

Maldito sea el embrujo

que me hace enloquecer!

Te odio.

Enamorada, yo...? Nada que ver!

Pero la verdad es que haría todo

por verte feliz...

No lo sé.

Tal vez es magia... Ni blanca, ni negra...Gris!

Ay, verte!

Cada vez que te veo

mi corazón respira aliento de vida.

***

Antes de ti

mi corazón merodeaba sin rumbo,

como una humilde barca,

pero no encontraba la necesidad

ni de un compás, ni de un mapa.

Pero desde el momento en que caí

(¿o eres tú el que me empujó a mí?)

el día en que no te tengo

navegar se me hace complejo.

Pues eres el compás, eres el mapa,

el rumbo de lo que dejó de ser una barca;

el viento que ahora impulsa un velero,

mi corazón, sin cuyos latidos ... muero.

¿Cómo saber...

que esto que yo siento

también lo sientes tú?

Quédate callado

y el mundo en el que vivo

nunca comenzará a girar.

Pero habla ... habla en mi idioma

y te prometo que este mundo

y los astros que lo rodean

realizarán maravillas ante nuestros ojos.

¿Cómo saber...

qué esconde tu sonrisa

y qué me tratan de decir tus ojos

cuando el silencio se vuelve tan amargo

y nos arropa la suave brisa?

¡El momento es tan perfecto

y lo echamos a perder

de manera tan ridícula!

Matamos la oportunidad

con un débil 'adiós'

y un tímido beso en la mejilla.


Cae la lluvia fina sobre nuestras caras

como aquella mañana de invierno...

Tu camino, paralelo al horizonte,

alumbrado por la luna y su reflejo...

Estés a setenta millas

o estés justo a mi lado...

Son dos corazones los que brillan

bajo un mismo techo estrellado!

Y sin embargo

no es el momento apropiado...

Cerca o lejos...Da lo mismo.

Nunca es el adecuado!

¿Cómo saber...

Que cuando hablas

no hablas por hablar?

Por llenar ese incómodo silencio

que va entonando,

poco a poco, sin querer queriendo,

la canción de nuestros sentimientos?

Mejor que hablar

aprende a escuchar;

y escucha con atención al silencio!

Y dime si no es lo que dice verdad...

Anda, ve y dile al bardo experimentado

qué es lo que quieres expresar!

A ver si logra traducir

lo que yo no sé descifrar;

lo que dices, lo que haces,

está en un lenguaje singular

Cada vez que pienso en ti

y en lo afortunada que soy de haberte conocido

quisiera mirarte a los ojos

un segundo más de lo permitido,

tomar tus manos, acercarme a ti,

susurrarte lo que siento al oído.

(pero no puedo... no puedo...)

Si lo hiciera, perdiría el sentido.

Y tú... qué dirías? O qué pensarías?

Posiblemente se te ocurriría

dejarme en el olvido?

¿Entonces, cómo dejarte saber...

que tu sonrisa me hace feliz

y el verte feliz me hace sonreir?

Ay, ¿cómo dejarte saber?

No sé si te habrás dado cuenta

que somos piezas de un mismo rompecabezas.

Nos complementamos tan y tan bien

que apuesto a que el sol y la luna nos envidian!

Juntos lo podríamos lograr todo...

Diseñar la perfecta escalera

que alcance nuestros sueños

y sobrepase las estrellas!

Crecer como personas,

aprender a valorar la vida,

luchar por lo que creemos,

observar en todo la belleza!

Reirnos a cada instante

de las cosas más ridículas,

y que cada paso que demos

siembra flores en la arena.

Pero no es buena idea, verdad...

¿Hacértelo saber?

¿Mejor esconder los sentimientos

hasta más no poder?

Esperar a una señal

algo que me diga

lo que es correcto o no...

Lo que debo hacer!

No sé si me estás escuchando

o te estás haciendo el dormido,

pero en verdad no tengo claro

qué es lo que quieres conmigo.

No pretendo que algo como esto

transforme tus sentimientos.

Sólo quiero que sepas

lo que llevo yo muy dentro;

ya se me estaba haciendo difícil

ocultarlo por tanto tiempo.

Tras que le he permitido a mi corazón

ser contigo particularmente sincero

son este tipo de cosas

las que disfruta llevarse el viento!

Ya en realidad no me preocupa

lo que pienses sobre mí.

¿Como saber? -- ya no importa

Aquí está lo que te quiero decir:

Sólo quiero que sepas

que todo lo que hago,

lo hago pensando en ti.

No pido nada a cambio;

pero déjame hacerte feliz.

Después de tanto pensar

en qué es lo que yo quiero;

después de ahogarme en este mar

que absorbe mis horas de sueño

creo que sé dónde encontrar

la solución a mi falta de aliento:

se me ha ocurrido pedirle a Dios

me conceda uno de dos deseos.

Que si sientes lo mismo por mí

no lo temas en mostrar,

en cual caso debería añadir

que esto perdure hasta la eternidad!

Creo que acabo de dejarte saber

y ahora es a ti a quien le toca hablar;

pero si no soy nada para ti,

si apenas soy sólo una más

una opción, posibilidad,

pues olvida todo, actúa como si nada,

¡y que esto que siento por ti – si amor –

cuanto antes, muera ya!

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