Te conocí aquel día...
  No lo recuerdo muy bien,
  porque me parecía uno cualquiera
  y llevaba tiempo sin ver.
  Pero no lo era, no lo eras
  y no lo sabía: no lo sentía...
  No, no, no...todavía!
  Ni si quiera que lo sentiría!
   
  No he visto en otros ojos,
  lo que veo sólo en los tuyos;
  tesoros de cristal genuino,
  talismanes de mi existencia.
  Si fuera por mí, sabes...
  Me quedaría eternamente
  perdida en esos luceros
  de paz, de ternura
  que parecen hablar
  su propio idioma, pero...
  Hablarán el mismo lenguaje que los míos?
   
  Cada mirada que tratas disimular
  acelera mi corazón, ruboriza mi faz,
  pero cómo saber si tú al mirar
  ves en mí más que una simple amistad?
   
  ¿Cómo saber...
  Si fue eso una mirada furtiva
  o es mi vista traicionera?
  ¿Si sonríes sin razón
  o mi corazón delira?
   
  Cada vez que tu piel
  roza contra la mía
  me domina la sensación
  de que esto crece cada día,
  que conocerte fue una bendición
  y no fue casualidad de la vida.
   
  Pero, ¿es realmente bendición?
  ¿O es una maldición revestida?
  ¿Tierno gatito con alma de león?
  ¿Fiera salvaje que parece inofensiva?
  No puedo contestar esa pregunta
  sin que tu respuesta me digas.
   
  ***
   
  No fue hasta que te conocí
  que me sentí dispuesta
  a abrir mi corazón de esta manera.
  ¿Qué hiciste?
  No puedo dejar de pensar en ti
  y me muero por abrazarte,
  decirte lo que siento
  (pero no puedo, no puedo...)
  Qué me has hecho?
   
  Me has hechizado...
   
  Maldito sea el embrujo
  que me hace enloquecer!
  Te odio.
  Enamorada, yo...? Nada que ver!
  Pero la verdad es que haría todo
  por verte feliz...
  No lo sé.
  Tal vez es magia... Ni blanca, ni negra...Gris!
   
  Ay, verte!
  Cada vez que te veo
  mi corazón respira aliento de vida.
   
  ***
   
  Antes de ti
  mi corazón merodeaba sin rumbo,
  como una humilde barca,
  pero no encontraba la necesidad
  ni de un compás, ni de un mapa.
  Pero desde el momento en que caí
  (¿o eres tú el que me empujó a mí?)
  el día en que no te tengo
  navegar se me hace complejo.
  Pues eres el compás, eres el mapa,
  el rumbo de lo que dejó de ser una barca;
  el viento que ahora impulsa un velero,
  mi corazón, sin cuyos latidos ... muero.
   
  ¿Cómo saber...
  que esto que yo siento
  también lo sientes tú?
  Quédate callado
  y el mundo en el que vivo
  nunca comenzará a girar.
  Pero habla ... habla en mi idioma
  y te prometo que este mundo
  y los astros que lo rodean
  realizarán maravillas ante nuestros ojos.
   
  ¿Cómo saber...
  qué esconde tu sonrisa
  y qué me tratan de decir tus ojos
  cuando el silencio se vuelve tan amargo
  y nos arropa la suave brisa?
  ¡El momento es tan perfecto
  y lo echamos a perder
  de manera tan ridícula!
  Matamos la oportunidad
  con un débil 'adiós'
  y un tímido beso en la mejilla.
  
Cae la lluvia fina sobre nuestras caras
  como aquella mañana de invierno...
  Tu camino, paralelo al horizonte,
  alumbrado por la luna y su reflejo...
  Estés a setenta millas
  o estés justo a mi lado...
  Son dos corazones los que brillan
  bajo un mismo techo estrellado!
  Y sin embargo
  no es el momento apropiado...
  Cerca o lejos...Da lo mismo.
  Nunca es el adecuado!
   
  ¿Cómo saber...
  Que cuando hablas
  no hablas por hablar?
  Por llenar ese incómodo silencio
  que va entonando,
  poco a poco, sin querer queriendo,
  la canción de nuestros sentimientos?
  Mejor que hablar
  aprende a escuchar;
  y escucha con atención al silencio!
  Y dime si no es lo que dice verdad...
  Anda, ve y dile al bardo experimentado
  qué es lo que quieres expresar!
  A ver si logra traducir
  lo que yo no sé descifrar;
  lo que dices, lo que haces,
  está en un lenguaje singular
   
  Cada vez que pienso en ti
  y en lo afortunada que soy de haberte conocido
  quisiera mirarte a los ojos 
  un segundo más de lo permitido,
  tomar tus manos, acercarme a ti,
  susurrarte lo que siento al oído.
  (pero no puedo... no puedo...)
  Si lo hiciera, perdiría el sentido.
  Y tú... qué dirías? O qué pensarías?
  Posiblemente se te ocurriría
  dejarme en el olvido?
   
  ¿Entonces, cómo dejarte saber...
  que tu sonrisa me hace feliz
  y el verte feliz me hace sonreir?
  Ay, ¿cómo dejarte saber?
   
  No sé si te habrás dado cuenta
  que somos piezas de un mismo rompecabezas.
  Nos complementamos tan y tan bien
  que apuesto a que el sol y la luna nos envidian!
  Juntos lo podríamos lograr todo...
  Diseñar la perfecta escalera
  que alcance nuestros sueños
  y sobrepase las estrellas!
  Crecer como personas,
  aprender a valorar la vida,
  luchar por lo que creemos,
  observar en todo la belleza!
  Reirnos a cada instante
  de las cosas más ridículas,
  y que cada paso que demos
  siembra flores en la arena.
   
  Pero no es buena idea, verdad...
  ¿Hacértelo saber?
  ¿Mejor esconder los sentimientos
  hasta más no poder?
  Esperar a una señal
  algo que me diga
  lo que es correcto o no...
  Lo que debo hacer!
   
  No sé si me estás escuchando
  o te estás haciendo el dormido,
  pero en verdad no tengo claro
  qué es lo que quieres conmigo.
   
  No pretendo que algo como esto
  transforme tus sentimientos.
  Sólo quiero que sepas
  lo que llevo yo muy dentro;
  ya se me estaba haciendo difícil
  ocultarlo por tanto tiempo.
  Tras que le he permitido a mi corazón
  ser contigo particularmente sincero
  son este tipo de cosas
  las que disfruta llevarse el viento!
   
  Ya en realidad no me preocupa
  lo que pienses sobre mí.
  ¿Como saber? -- ya no importa
  Aquí está lo que te quiero decir:
  Sólo quiero que sepas
  que todo lo que hago,
  lo hago pensando en ti.
  No pido nada a cambio;
  pero déjame hacerte feliz.
   
  Después de tanto pensar
  en qué es lo que yo quiero;
  después de ahogarme en este mar
  que absorbe mis horas de sueño
  creo que sé dónde encontrar
  la solución a mi falta de aliento:
  se me ha ocurrido pedirle a Dios
  me conceda uno de dos deseos.
   
  Que si sientes lo mismo por mí
  no lo temas en mostrar,
  en cual caso debería añadir
  que esto perdure hasta la eternidad!
  Creo que acabo de dejarte saber
  y ahora es a ti a quien le toca hablar;
  pero si no soy nada para ti,
  si apenas soy sólo una más
  una opción, posibilidad,
  pues olvida todo, actúa como si nada,
  ¡y que esto que siento por ti – si amor –
  cuanto antes, muera ya!